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jueves, 1 de diciembre de 2011

ARTICULO DEL DIARIO MONTAÑES SOBRE NUESTRO COMPAÑERO RAÚL ALONSO


«Dani Sordo me aconsejó estudiar inglés para competir de mayor»

Raúl Alonso, junto uno e sus karts preferidos. :: DM

A sus diez años ya conoce lo que es competir y conducir un kart a 120 kilómetros por hora. Raúl Alonso es el campeón de Cantabria alevín y al mismo tiempo se ha impuesto en el torneo social del circuito de Villarcayo. Comenzó a los siete años y desde entonces no ha puesto freno a su progreso en la que considera una pasión para sentirse feliz. Su palmarés este año ha sido bueno con un primer puesto, dos segundos y dos cuartos, que le han servido para ser el mejor de la disciplina en su categoría.

Los primeros contactos con el mundo del motor fueron importantes para culminar con el título este año. «Siempre me había inclinado por los coches como juguetes y mi padre me regaló un kart cuando cumplí siete años. Primero lo hacía en circuitos privados y pequeños. Después me regalaron el mono y el casco, y la cosa fue mejorando. Comencé a entrenar en el circuito de Barros, para seguir en el de Dani Sordo y en el de Villarcayo. Así empezó todo y ahora estoy muy feliz», comenta. «Me gusta la velocidad, pilotar. De alguna manera, si llegas a culminar tu trayectoria, disfrutas de las carreras y tienes fama. Estoy convencido que esto es lo mío».

Se considera un seguidor fiel de todo lo que esté relacionado con el mundo del motor. «Lo que más me gusta ver es la Fórmula 1. También me entusiasman las pruebas del World Rallie Car, sobre todo cuando hay pilotos españoles», confiesa. «He ido varias veces al Rallye Cantabria y me entusiasma el olor a gasolina. También fue muy bonito cuando Fernando Alonso hizo la demostración en Santander», recuerda.

Reconoce que en alguna ocasión, cuando se está pilotando, se tiene miedo si no conoces bien el circuito. «La velocidad que llegamos a coger en una recta larga es de 120 kilómetros a la hora. Cuando llegas al final y si no conoces bien el circuito y la curva es fuerte, sí que sientes un poco de miedo; pero a medida que pasas varias veces, vas cogiendo confianza y se supera bien», resuelve.

A este joven piloto le gustaría que en Cantabria hubiese un circuito, ya que en la actualidad debe desplazarse a Villarcayo para entrenar y competir. «Es la parte mala de todo esto. Cuando estaba abierto el circuito de Dani Sordo era mejor, los desplazamientos son más cortos; ahora hay que ir hasta Villarcayo», lamenta. «Me gusta más el circuito de Dani Sordo, es muy bonito y se está muy cerca de casa. Mi padre conoce a Dani Sordo y un día estuve con él y me dio algunos consejos. Uno me llamó la atención ya que me indicó que estudiase inglés para cuando llegase a mayor poder estar en el mundo del motor sin problemas de idioma. Parece que es la lengua oficial de este mundillo