Los experimentos con huevos son muy frecuentes por varios
motivos. En primer lugar, suele ser muy económico experimentar con ellos,
además suele ser completamente seguro y, por último pero no menos importante,
es muy divertido y educativo hacerlo.
¿Qué vamos a necesitar?
§ Un huevo crudo,
es decir, con la clara y la yema intactas
§ Un alfiler
§ Un vaso de
cristal
§ Agua
Procedimiento
Esta parte es la más complicada, así que a poner atención.
Sujetaremos el huevo de tal manera que la parte más plana esté visible. Con el
alfiler y con mucho cuidado (podemos arruinar muchos huevos, así que más vale
hacerlo con calma para no desperdiciar comida) romperemos una pequeñita parte
de la cáscara, pero sólo de la cáscara. ¿Habéis visto esa membranita, como tela
que tiene el huevo debajo de la cáscara? Pues esa membrana es muy importante
para este experimento, así que no debe romperse.Una vez hecho el primer
agujero, pasaremos al otro extremo del huevo, la parte puntiaguda. Allí
utilizaremos una vez más el alfiler para hacer un agujero, esta vez nos
cargaremos también la membrana.
Una vez hecho esto, pondremos el huevo en el
vaso y lo comenzaremos a llenar con agua. El huevo no debe quedar totalmente
cubierto con agua, debe quedar la punta descubierta.
Poco a poco y al cabo de
algunas horas, observaremos que el huevo abandonó el cascarón aparentemente por
arte de magia, pero no hay ningún truco mágico involucrado, sólo física.
Lara F. y Claudia