Es un deporte donde dos equipos
se enfrentan sobre un terreno de juego liso separados por una red central,
tratando de pasar el balón por encima de la red hacia el suelo del campo
contrario. El balón puede ser tocado o impulsado con golpes limpios, pero no
puede ser parado, sujetado, retenido o acompañado. Cada equipo dispone de un
número limitado de toques para devolver el balón hacia el campo contrario.
Habitualmente el balón se golpea con manos y brazos, pero también con cualquier
otra parte del cuerpo.
Campo
El campo donde se juega al voleibol es un rectángulo de 18 m de largo
por 9 m de ancho, dividido en su línea central por una red que separa a los dos
equipos. En realidad el juego se desarrolla también en el exterior, en la zona libre, a condición de que el balón
no toque suelo ni ningún otro elemento. La zona
libre debe tener a la menos 3 m, medida que en competiciones
internacionales se aumenta a 5 m sobre las líneas
laterales y a 8 m para las líneas de
fondo. El espacio libre sobre la
pista debe tener una altura mínima de 7 m que en competiciones internacionales
sube a 12,5 m.
Red
La red es el eje central del campo se sitúa una red de 1 m de ancho y
sobre 9,5 a 10 m de largo, con dos bandas en los bordes superior e inferior y
dos varillas verticales sobresalientes sobre la línea lateral del campo. El
borde superior de la red, las varillas y el propio techo del pabellón delimitan
el espacio por el que se debe pasar el balón a campo contrario.
Vestimenta
Igual que en el tenis, los jugadores de voleibol visten durante el
partido camiseta, pantalón corto, calcetines, calzado deportivo y rodilleras.
Al ser continuo el contacto con el suelo es habitual portar también
protecciones en rodillas y codos.
Un partido está formado por tres, cuatro o cinco sets
("parciales" en español). Los partidos de voleibol se disputan al
mejor de cinco tandas o bloques que reciben, igual que en tenis, la
denominación anglosajona de sets.
Javier y Elia