Desde tiempos inmemoriales, los relojes de sol han sido utilizados para indicar la hora, permitiendo que las personas funcionen con un horario. Los antiguos babilonios, egipcios, griegos y mayas fueron algunas de las grandes civilizaciones que comprendieron que la posición del sol en el cielo y las sombras que proyecta podían ser utilizadas para hacer una estimación de la hora del día.
¿Cómo funcionan los relojes de sol?
Por la mañana, una sombra apunta hacia el oeste ya que el sol sale por el este. Gradualmente se va haciendo más corta y avanza hacia el norte. Pasado el mediodía, la sombra apunta hacia el este, alargándose constantemente a medida que el sol se mueve hacia la puesta de sol en el oeste. Un reloj de sol se aprovecha de esto por medio de un dispositivo llamado gnomon para proyectar una sombra, con un dial y marcas que permiten medir el tiempo.
Para hacer tu reloj de sol:
1. A primera hora de la mañana, coloca la tabla sobre una superficie plana en un lugar que reciba sol todo el día.
2. Asegúrate que la tabla no se mueva colocando un par de piedras para hacer peso si el clima es ventoso.
3. Martilla el clavo lo más cerca del centro del tablero como sea posible. No es necesario clavarlo tan adentro, sólo lo suficiente para asegurarte que sea resistente.
4. Cuando la sombra de la cabeza del clavo caiga en la superficie, realiza una marca. Lo ideal sería hacerlo al comienzo de la hora: a las seis, a las siete y así sucesivamente.
5. Cada media hora o cada hora, repite el proceso y continúa hasta el atardecer.
6. Sin mover la tabla, utiliza la regla para dibujar una línea que conecte las marcas al clavo en el centro.
7. Ahora puedes saber la hora en tu longitud y latitud.
Necesitarás:
· Una tabla de madera plana o cartón fuerte. Lo ideal sería que la superficie esté pintada de blanco. Sino, puedes colocar una hoja de papel encima.
· Un clavo largo.
· Un martillo.
· Un lápiz.
· Un día soleado.
Lara y Jorge