Si bien el inicio de la historia de los Estados Unidos de América es debatida hasta hoy en día por los historiadores, puede decirse que ésta comenzó a partir de la colonización británica de Norteamérica, protagonizada por inmigrantes británicos que fundaron por oleadas, entre los siglos XVII y XVIII, Trece Colonias en la costa atlántica del subcontinente norteamericano, ubicadas al este de los Apalaches, entre las posesiones francesas del Quebec y la Luisiana.
Después de un tiempo de paz, las guerras contra los franceses al norte obligaron la creación de cuerpos de ejército coloniales, una de las primeras expresiones de identidad nacional. Más tarde, y fomentados por las ideas de los enciclopedistas franceses, vinieron las sublevaciones como el Motín del Té en el puerto de Boston (1773). Las medidas represivas del gobierno inglés provocaron el inicio de la Guerra de Independencia.
Los colonos formaron un ejército de milicianos que se pusieron bajo el mando de George Washington, quien tuvo problemas para equipar a sus hombres con armas y municiones, además de no disponer de una flota para combatir a la del imperio británico, por lo que pidió ayuda a Francia, país que recién salía de la Guerra de los Siete Años y que accedió a ayudar a las colonias británicas en su emancipación.
Néstor y Noemí