Un altavoz (también conocido como parlante en
América del Sur, Costa Rica, El Salvador y Honduras) es un transductor
electroacústico utilizado para la reproducción de sonido. Uno o varios
altavoces pueden formar una pantalla acústica.
La transducción sigue un doble procedimiento:
eléctrico-mecánico-acústico. En la primera etapa convierte las ondas eléctricas
en energía mecánica, y en la segunda convierte la energía mecánica en ondas de
frecuencia acústica. Es por lo mismo, tanto la puerta por donde sale el sonido
al exterior desde los aparatos que posibilitaron su amplificación, su
transmisión por medios telefónicos o radioeléctricos, o su tratamiento.
El sonido se transmite mediante ondas sonoras,
en este caso, a través del aire. El oído capta estas ondas y las transforma en
impulsos nerviosos que llegan al cerebro y se transforman en señales que se
identifican con cosas como música, sonidos y onomatopeyas. Si se dispone de una
grabación de voz, de música en soporte magnético o digital, o si se recibe
estas señales por radio, se dispondrá a la salida del aparato de señales
eléctricas que deben ser convertidas en sonidos; para ello se utiliza el
altavoz.
Hugo y Helena