LOS CIENTÍFICOS USAN LA TECNOLOGÍA MODERNA PARA ESPIAR A ESTOS ANIMALES
En el norte de Alaska, un oso polar macho va caminando lentamente por la nieve hasta dar con un agujero, por el cual aparece una foca y… ¡BOOM! La coge por la boca y ya tiene su comida. Tras un buen banquete, el oso de más de 500 kilos se limpia el hocico con la nieve y se va dejando huellas de sus patas.
Micaela