LA RUEDA
La rueda tiene su origen
en la Prehistoria, concretamente en el Neolítico, y la más antigua que se conoce se construyó
hace unos cinco mil años en Mesopotamia. Lógicamente, no se sabe quién fabricó la
primera, pero sí está comprobado que al principio era de madera y se usó en el
torno de alfarero para hacer vasijas. Poco a poco se fue perfeccionando y dio
lugar a nuevos y revolucionarios inventos, como los carros tirados por animales
para transportar personas y mercancías, o realizar las tareas agrícolas. Su uso
se fue extendiendo a las poleas, los molinos, las ruecas, las ruedas
hidráulicas… contribuyendo al desarrollo de la sociedad hasta nuestros
días.
LA MÁQUINA DE
ESCRIBIR
La máquina de escribir vivió su momento más
álgido durante los dos primeros tercios del siglo XX. Para los trabajos de
oficina y aquellos íntimamente relacionados con la escritura, escribir a
máquina se convirtió en un símbolo de avance, en un adelanto en las formas de compartir
la información.
La llegada de los ordenadores y más
concretamente de los programas conocidos como procesadores de texto, supuso la
decadencia y casi extinción de las máquinas de escribir.
En abril de 2011 cerraba finalmente la última
empresa que aún se dedicaba a fabricarlas: Godrej and Boyce.
EL AVIÓN
El 17 de diciembre de 1903, por
primera vez en la historia, los hermanos Wright pudieron remontar un aparato
que era más pesado que el aire, se trataba de un biplano, una máquina movida
por fuerza propia y capaz de viajar sin perder velocidad.
No había muchas personas que
pensaran que ese podía ser un buen medio de transporte, así es que, a partir de
1911, la primera ocupación práctica que se le dio a los aviones fue el traslado
de correspondencia.
El estallido de la Primera Guerra Mundial hizo pensar además, en la
necesidad de aplicar este invento con fines militares y los gobiernos dedicaron
muchos recursos a la investigación y al desarrollo de los aviones. Cuando acabó
la guerra, la gente empezó a utilizar el avión como medio de trasporte
Iker y Serena